El chemsex puede tener lugar en diversos contextos. Las modalidades incluyen sesiones uno-a-uno (ya sea con una pareja ocasional o estable), tríos, o encuentros grupales. Aunque muchos hombres gay prefieren sesiones más íntimas, hay quienes optan por practicarlo solos, acompañados de material pornográfico o interactuando online con otros a través de cámaras web.
El escenario más común para el chemsex es el hogar, pero también se lleva a cabo en lugares dirigidos al público gay, como saunas, clubs de sexo, hoteles, y áreas específicas en festivales. Incluso hay áreas al aire libre conocidas como zonas de «cruising» donde ocurren estos encuentros.
Un estudio indicó la distribución de lugares donde se practicó chemsex:
- Casa de uno de los participantes: 46,9%
- Propia casa: 21,5%
- Club o cuarto oscuro: 12,9%
- Sauna: 12,5%
- Hotel: 2,6%
- Zona de cruising (como playas o parques): 2,5%
- Otros lugares: 1,1%
Las dinámicas específicas del chemsex varían según el lugar y el contexto, como se ha detallado en estudios etnográficos en España.