Slamming

El consumo inyectado de drogas en el contexto del chemsex, conocido como «slamming», involucra principalmente sustancias como mefedrona, metanfetamina y otras. Esta forma de administración implica atravesar la piel con una jeringuilla, lo que puede llevar a infecciones y lesiones mecánicas. Las prácticas que aumentan el riesgo de infección incluyen el uso compartido de material, técnicas no estériles y el uso de drogas estimulantes.

Lesiones comunes:

  1. Mecánicas:
    • Úlceras cutáneas: Llagas en la zona de inyección.
    • Piomiositis: Infección muscular.
    • Fascitis necrosante: Necrosis en el tejido conectivo.
    • Fisuras anales: Desgarros en la mucosa anal.
  2. Infecciones locales:
    • Abscesos: Acumulación de pus en la piel.
    • Flebitis: Inflamación venosa.
    • Tromboflebitis: Coágulos en las venas.
    • Celulitis: Inflamación de la dermis y tejido subcutáneo.
    • Infecciones óseas: Infecciones en los huesos por diseminación.
  3. Infecciones generalizadas:
    • Bacteriemia: Presencia de bacterias en la sangre.
    • Septicemia: Infección grave en el torrente sanguíneo.
    • Endocarditis: Infección del endocardio, puede afectar las válvulas cardíacas.
    • Osteomielitis: Infección ósea secundaria.
    • Artritis séptica: Infección en las articulaciones.

El uso inyectado en el chemsex no solo incrementa los riesgos de enfermedades transmisibles, sino que también conduce a problemas musculoesqueléticos y cardíacos. Es crucial adoptar medidas de reducción de riesgos y practicar técnicas de inyección segura para minimizar estas complicaciones.